El hombre del tiempo: Un incómodo espejo

Gore Verbinski, 41 años, es conocido, sobre todo, por las sustanciosas taquillas que han hecho dos de sus películas: The ring y Piratas del Caribe. En estos dos títulos el realizador estadounidense demostró que, aunque sea difícil, se puede hacer una película mirando fijamente a la taquilla, pero sin insultar al espectador.

Quizás esta fama de Verbinski como director de consumo es la que ha hecho que su hombre del tiempo haya pasado sin pena ni gloria por la taquillas americanas (12’4 millones de dólares). Al público le ha desconcertado esta película un tanto desgarbada, poco complaciente, amarga y cruda a ratos, y, al mismo tiempo, bastante interesante.

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David Spritz es el popular hombre del tiempo en una cadena de televisión de Chicago. Está divorciado y tiene dos hijos: Shelly, una adolescente obesa de 12 años, y Mike, un joven de 15 que ha empezado a tontear con las drogas. Spritz es consciente de que su vida, fuera del ámbito laboral, es un desastre. Además, la constante comparación con su padre, un afamado escritor, prudente y ecuánime, que sufre un cáncer terminal, le hace aún más patente su fracaso.

Acierta Verbinski cuando señala que habrá una gran parte del público al que no le gustará la película porque «es un espejo y hay gente que no le gusta mirarse en él». El film se compone de situaciones y conflictos cercanos a los de la vida real, y los personajes tienen fallos y limitaciones muy evidentes pero también bastante corrientes (¿a quién no se le ha olvidado alguna vez la salsa tártara?). De hecho, el problema de Spritz es sencillo: se ha dado cuenta tarde de que tiene gente alrededor.

La película cuenta con una fotografía estupenda del griego Papamichael, un reparto que funciona a la perfección y una banda sonora -de Hans Zimmer– que acompaña bien, aunque se hubiera agradecido algún respiro más. El guión es algo deslavazado con muchos quiebros de la comedia al drama que pierden eficacia al repetirse demasiado, y hacen que la película se ralentice y pierda ritmo. En el fondo, la película puede leerse como una defensa de la importancia que tienen cosas aparentemente tan triviales como pararse a firmar un autógrafo.

Ficha Técnica

  • País: EE.UU. (The Weather Man, 2005)
  • Fotografía: Phedon Papamichael
  • Montaje: Graig Wood
  • Música: Hans Zimmer, James S. Levine
  • Distribuidora: UIP
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