El territorio de la bestia: Más director, menos guionista

El territorio de la bestia | Tras el gran éxito de taquilla de Wolf Creek, el director australiano Greg McLean vuelve a los cines con una película 25 veces más cara. De un presupuesto muy reducido de poco más de un millón de dólares, McLean pasa a manejar con soltura la elevada cifra de 25 millones. Esta inyección monetaria se trasluce en el formato de la película -rodada en cine- y en la factura general del filme, con una especial atención al tratamiento fotográfico.

Así mismo, el guión mantiene una estructura más clásica con respecto al encorsetado sistema de las producciones americanas y los personajes reflejan sus clichés de una forma más arquetípica. La mezcla de estas convenciones da como resultado un filme de terror sin sorpresa, lento y falto de emoción y de sangre.

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Si con Wolf Creek la sangre era la protagonista indiscutible de la trama, en su segundo largometraje prefiere centrarse en las tensiones entre los personajes y los juegos con lo oculto. El obstáculo fundamental con el que se encuentra es que cuando decide mostrar el objeto de temor todo se vuelve burdo, obvio, aburrido e inverosímil.

A esto se añade el énfasis de McLean por mostrar la belleza de su país natal. Los travellings por el río, los grandes planos generales constatan la espectacularidad del paisaje pero se asemejan más a un documental de National Geographic que a una película de género.

El territorio de la bestia muestra la evolución positiva de McLean como director pero también ahonda sus carencias como guionista. Ni su protagonista reportero de viaje, ni la intrépida guía tienen profundidad. Todo es plano, carente de emoción y el final es tan increíble que parece más próximo a la ciencia ficción que al terror.

Ficha Técnica

  • País: Australia (Rogue, 2007)
  • Will Gibson
  • Jason Ballantine
  • François Tetaz
  • Amazing! Pictures
  • 94 minutos
  • Jóvenes
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